¿Cómo reducir tu factura de energía con pequeñas reformas en casa?

¿Cómo reducir tu factura de energía con pequeñas reformas en casa?

Cuando pensamos en reducir nuestro consumo de energía lo primero que se nos viene a la mente son grandes reformas. Pero la realidad es que pequeños cambios pueden hacer una enorme diferencia.

1.    Cambia tus bombillas tradicionales a bombillas LED

Respecto a las bombillas incandescentes, halógenas y fluorescentes, las bombillas LED sólo requieren del 20% de la electricidad para proporcionar la misma cantidad de luz. Esto significa que consumen 8 veces menos energía.

Otro punto a favor de las bombillas LED es su baja emisión de calor. Al estar encendidas no sube la temperatura del ambiente.

Su vida útil y la alta eficiencia lumínica también suman puntos a la tecnología LED como fuente de ahorro. Una bombilla LED puede durar entre 35.000 y 50.000 horas (frente a las 1.200 de un incandescente y las 6.000 de un fluorescente).

Además, las bombillas LED son amigables con el medioambiente, ya que no contienen mercurio ni otros materiales tóxicos.

Sea cual sea el tipo de bombillas que tengas instaladas en casa, recuerda limpiarlas con regularidad. El polvo acumulado no permite que la iluminación sea eficiente. 

2.    Haz mantenimiento de calderas, radiadores y electrodomésticos

Los servicios de mantenimiento son determinantes al momento de evitar gastos mayores a mediano y largo plazo, ya que permiten detectar anormalidades tempranas en los sistemas y conservan los aparatos en óptimas condiciones.

Para que te hagas una idea: cualquier electrodoméstico o gasodoméstico con un desperfecto puede requerir 30% más de energía para funcionar. Eso sin contar que pueden suponer un riesgo para los habitantes de la casa.

3.    Invierte en equipos de alta eficiencia energética

Si tienes que cambiar algún electrodoméstico o dispositivo electrónico, invierte en productos de clasificación energética tipo A. De entrada parecen más costosos, pero consumen hasta 80% menos energía que los aparatos con clasificación D en adelante.

Muy pronto verás el retorno de tu inversión, en especial cuando se trata de aparatos diseñados para tener una larga vida útil y de alta demanda, como el frigorífico o la lavadora.

4.    Utiliza regletas equipadas con dispositivos de supresión de stand by y enchufes inteligentes

worker is cutting wires with linemans pliers

Cualquier aparato eléctrico o electrónico que esté conectado y en espera de uso consume energía aún cuando esté apagado. Y si está en “modo espera”, pues mayor es el gasto.

Esto es así porque desde que el aparato está enchufado hay una transferencia de energía permanente desde la toma.

Si tienes el hábito de dejar los televisores, ordenadores, cargadores y consolas de videojuego en “modo espera”, el primer paso para reducir el consumo por stand by es apagarlos por completo.

Sin embargo, la solución definitiva es desenchufarlos.

Regletas con suspensión de stand by

Pero como entendemos lo engorroso que puede ser seguir este protocolo de enchufar y desenchufar cada día, las regletas con sistema de supresión de stand by son una gran solución.

Con un solo interruptor cortan el suministro de energía a todos los aparatos que estén conectados a esta.

Enchufes inteligentes

Y si tu presupuesto te lo permite, también puedes instalar enchufes inteligentes. Estos dispositivos pueden ser controlados de forma remota a través de aplicaciones móviles o con la ayuda de asistentes virtuales.

Los tomacorrientes inteligentes posibilitan el encendido y apagado de los aparatos que estén enchufados, siempre y cuando quien ejecute la telecomanda y la vivienda tengan acceso a internet.

Otra alternativa para sacarles gran provecho es programarlos para que se enciendan y se apaguen automáticamente.

5.    Instala un termostato programable

Otra leyenda urbana sobre el uso y aprovechamiento de la energía es que una manera de ahorrar es mantener una temperatura constante en los espacios.

Y nada más alejado de la realidad.

Fíjate: por cada grado centígrado que aumentas a tu aire acondicionado, ahorras un 8% (digamos que lo llevas de 23°C a 24°C). Y por cada grado centígrado que disminuyes en la calefacción, economizas un 7% (cuando llevas de 19°C a 18°C).

Esto quiere decir que hacer variaciones en la temperatura cuando no estás en la vivienda o cuando no estás usando una estancia en particular es más económico que mantener la temperatura. Y para esto los temporizadores son grandes aliados.

De hecho, cuando usas la temperatura residual porque apagas la calefacción o el aire unas 6 horas durante cada noche, ahorras hasta 9% ya que estarías aprovechando las 18 horas de climatización continua.

6.    Revisa el aislamiento de tu vivienda

Las fugas de frío o calor por puertas y ventanas pueden aumentar entre 30% y 50% el coste de tus facturas. La buena noticia es que ahora hay muchos incentivos estatales para apoyar los trabajos de eficiencia energética.

7.    Reduce el consumo energético de tus electrodomésticos

Aun cuando una recomendación sobre el uso de los electrodomésticos aplica más como sugerencias de hábito de consumo que como pequeña reforma, nunca caen mal estos tips que son clave al momento de hacer economías en las facturas de energía.

  • Baja la iluminación de la pantalla del televisor y del ordenador. A mayor brillo, más consumo energético.
  • No abras el horno mientras cocinas. Cuando haces esto se escapa el 20% del calor.
  • Haz una limpieza regular de tu horno y frigorífico. La acumulación de grasa y escarcha, respectivamente, hacen que estos aparatos requieran de más energía para funcionar.
  • Haz coladas con agua fría, programa ciclos cortos y llena las cargas completas. Tras la puesta en marcha, elmayor gasto de energía que hace la lavadora es para calentar el agua. Luego, los ciclos automáticos son muy largos por defecto (con un lavado rápido suele ser suficiente).
  • Mantén la puerta del frigorífico cerrada y verifica que las gomas funcionan bien. Así evitarás que el frío se escape.
  • No lleves alimentos calientes al frigorífico, porque para reajustar la climatización le exiges usar más energía.
  • Descongela la comida dentro del propio frigorífico. De este modo también puedes aprovechar el frío que libera el alimento para compensar la demanda energética.
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